martes, junio 07, 2005

Yo tenía un gato llamado W

Yo tenía un gato llamado W...

No recuerdo bien como llegó a la casa. Creo que una amiga de mi abuela se lo regaló. Desde el inicio fue un gato muy sui géneris.

Siempre que alguien se acostaba, W se ponía por la cabeza y sentías sus uñitas en tu cuero cabelludo. Mordisqueaba tu cabello y te daba tal uño-masaje que siempre terminaba con un almohadazo de parte del afectado. Nadie entendía que W solo quería usar sus artes milenarias gatunas para relajarte (Y bueno, necesitaba una manicura). Así es la gente de malagradecida…

Recuerdo cierto día en que, escuchamos tremendo grito de mi abuela desde el comedor. Pensando que se había caído o algo así, corrimos al lugar para encontrarnos con la siguiente escena:

W panza arriba, en pleno trance, jugando con lo que antes fue una inmensa bola de lana, reducida luego de haberla pasado innumeras veces por las patas de las sillas.

Ese gato armaba mejores instalaciones que el 99% de los artistas que conozco!

Era genial lo que lograba con tan solo lana o hilo. Y tantos pseudos artistas que se quejan por falta de presupuesto. En fin…

Pero como todo genio, era incomprendido… cada vez que dejaba libre su espíritu creativo, mi abuela se lo sofocaba a punta de periodicazos pero él jamás claudicó. Creo que deberían seguir su ejemplo los forajidos.

Y es que era un ser inteligente, para muestra lo siguiente:

Cierta vez, mi esposo y yo estábamos reacomodando nuestros libros, para la cual pusimos todos en el piso. W llegó, miró alrededor y se acercó a 3 libros apoyados en la pared. Vió el primero, un libro de portada amarilla, le acercó la nariz, puso cara de uhmmm no… se acercó al segundo, de portada blanca, igual… se acerco al tercero y acto seguido alzó la patita. Mi esposo interrumpió a W con un grito.

Si él tan solo estaba siendo un gato educado y natural. La portada de ese libro era la foto de una rosa. Era o no era inteligente?

Hablando de rosas… Había un pequeño rosal en el balcón donde W se rascaba y acicalaba entre sus hojas. Había que observarlo, era todo un ritual.

Y no comía cualquier cosa. Incluso protestaba si no le gustaba. Después de comer, al salir por la puerta del balcón emitía un miau agudo, que mi abuela interpretaba como chao. Siempre lo hacía.

Cierta vez pasaba W por la sala y lo llame. Se detuvo en seco, no movió ni un músculo. Lo llamé de nuevo y nada. Me le acerqué despacio y mantenía la posición mejor que Marcel Marceau. Era como si pensase que mientras no se mueva estaba “camuflado” y yo no lo vería. No pude más que reírme a carcajadas. Cómo se le habrán ocurrido esas cosas?

A veces, para ponerle más drama, se “camuflaba” con la mesa de centro. Claro! Como la mesa era de madera y el era un gato atrigado iba a pasar desapercibido! Si! Cómo no?

Poco a poco W creció hasta alcanzar un tamaño considerable, lo cual lo convirtió en el rey de varias cuadras. Todo mundo comentaba que nunca habían visto un gato tan grande. Y tenía mucha fuerza!

Había que luchar cuerpo a cuerpo con él para llevarlo al veterinario. Cosa que odiaba y huía cada que mi esposo se le acercaba para meterlo en la caja que lo transportaba.

Cuando meditábamos, W se acercaba y se ponía en la típica pose gatuna con las patitas traseras pegadas al cuerpo, las patitas delanteras unidas al frente, los ojos cerrados y ronroneaba.

Realmente era un personaje. Fue sui géneris hasta en su adiós. Nunca lo vimos partir, simplemente desapareció.

Al volver de un viaje no lo vimos más. La vecina me informo que “parecía” que su perro logró atraparlo y lo dejo mal herido. Que vieron como se fue muy lastimado (faltó decir: y no hicimos nada!) y no supieron más de él.

Ya estaba viejo, a los 8 años un gato ya es longevo. El compartió 10 años de nuestras vidas.

Hace días al pasar por el balcón me pareció ver a W cerca del rosal…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

buena, que risa, yo también creo que los animales son inteligentes en su propia manera,claro está, algunos comprenden lo que nos pasan y tratan de ayudar.

Ingrid dijo...

Goblin y La Caminante gracias por leer :)

Y si, las mascotas son hermosas.