sábado, diciembre 24, 2005

¿Qué es la Navidad?

Esta semana he tenido que ir al centro varias veces y a ciertos centros comerciales también, aunque no de compras, más bien a averiguar precios a petición de unos familiares. Tal vez a otros les moleste esto pero para mí es una experiencia más.

La aglomeración de personas es impresionante. El bullicio de los vendedores, el calor, los autos, los seres humanos que parecen arbolitos de Navidad con tantos paquetes, los empujones, los niños haciendo berrinches, etc..

Me ha encantado estar sumergida en el frenesí de los compradores, poder conversar mientras realizan sus compras, preguntarles cosas. ¿Han visto los cardúmenes moverse en el océano? Esto es algo bastante parecido, tan parecido que asusta, pero a mí me parece interesante.

Observar conductas y observarse es algo muy educativo y revelador...

Todo mundo empujando, pasando sin decir permiso, colándose en la fila, insultando al prójimo, quejándose de los precios, apretujando a los niños (Nunca entenderé para que los llevan y luego los regañan ¿No se dan cuenta que son niños? ¿Qué esperaban?), comprando a pesar de eso, criticando al destinatario del regalo mientras piensan que regalarle, pensando en lo que le gustaría al que compra no al que va a recibir el regalo, angustiándose porque tienen que dar algo a todos, echándole la culpa al gobierno de lo caro que está todo mientras siguen comprando...

Muy poca gente conservaba la calma. Mientras varias personas impacientes se trataban como perros y gatos en la fila, había otros tarareando las canciones navideñas en forma sarcástica, diciendo es día de alegría y felicidad.

No pude más que preguntarme si se daban cuenta de por qué estaban haciendo compras ¿Qué sentido tiene esto? Debe tener un sentido porque todos los años se repite la misma conducta masivamente.

Quise averiguar que hay detrás (Siempre encuentras respuestas nuevas en medio de lo repetitivo) y me atreví a preguntar: ¿Qué es la Navidad?

Algunos respondían mecánicamente “Día de alegría y felicidad”, “Portarse bien con el prójimo”, “Amarnos los unos a los otros” pero era más bien un achaque al otro que peleaba con ellos.

Muchos intervinieron con sus opiniones, quitando el bullicio y las quejas, la conversación fue más o menos así.

Alguien dijo: Es el nacimiento del niño Dios, de Jesús.

Añadí: ¿Y nosotros estamos aquí haciendo compras para celebrar eso?

Otra persona respondió: Si, porque los Reyes Magos le llevaron regalos al niño Jesús.

Pregunté: Dar regalos está bien pero ¿Qué es más importante de recordar: el Nacimiento o dar regalos?

La misma persona dijo: Las dos cosas.

Le pregunté: ¿Por qué? ¿Son igual de importantes en su esencia?

Otra persona añadió: Si, porque el niño Dios se pone contento cuando le dan regalos.

Otra persona replicó: ¡No! es más importante el Nacimiento, por gente que piensa así es que la Navidad ahora es Papá Noel y tonterías gringas como la nieve ¿Cuándo ha nevado aquí? ¡Pendejadas gringas!

Intervine diciendo: No digo que no deben darse regalos, solo pregunto ¿Qué es más relevante: Recordar el Nacimiento de Jesús o dar regalos?

Otra respuesta: El nacimiento del niño Jesús pero no podemos dejar sin regalos a los niños.

La mayoría asintió.

El señor que protestó por la nieve dijo: Ud. lleva ahí unas camisas ¿Eso es para los niños? Si fuera como dicen entonces los regalos fueran solo para los niños.

Algunas personas dijeron: Es una tradición. No podemos dejar sin regalos a la familia.

Les recordé: No estamos diciendo que no se den regalos, sino qué es más importante ¿Si se entendió eso?

Volvió la misma respuesta: El niño Dios por eso hacemos la Novena pero no puedo dejar sin regalos a mis hijos.

La mayoría, que ha estas alturas habían dejado de pelearse, empezó a dar respuestas parecidas.

Pregunté: ¿La mayoría está de acuerdo?

Bastantes voces afirmaron, 2 personas repitieron que ese no era el punto sino que es más importante si los regalos o el nacimiento de Jesús.

Les dije que si se habían dado cuenta que solo dos personas escucharon la pregunta correctamente. Varios pusieron cara de extrañeza, luego de molestia y la mayoría se calló.

Después empezaron a conversar en grupitos reafirmando sus respuestas. Una señora me dijo que no me preocupe si no entendía que era la Navidad, que vaya con fervor a la Misa y que ore al niño Jesús.

Fue tan sincero y bien intencionado su consejo que no pude más que sonreírle y darle las gracias. Y observar qué había entendido ella de mi pregunta inicial y como había interpretado mis preguntas posteriores. Interesante.

Como siempre, me sorprendí de lo arraigadas que son las costumbres. Están en un espacio de la mente casi impenetrable a la comprensión. Hay una negación total a echar nuevas luces sobre la repetición mecánica de las cosas.

Es tal el aferramiento que se defiende con uñas y dientes de no pensar de otra manera, tan siquiera preguntar porque se hace lo que se hace.

Hay quejas pero se repite, hay sufrimiento pero se repite, no hay entendimiento pero se repite... ¿Escuchar algo diferente? ¿Para qué? Interesante.

Todos tenemos facetas así, en alguna parte de nuestra personalidad.

Pude observar algunas de esas facetas en mí, mientras preguntaba, como por ejemplo, el hecho de que esas respuestas tan infantiles son producto de la educación católica... y empecé a sentir que era injusto que mantengan a la gente en tanta ignorancia, que teniendo más de 30 años, la mayoría de ellos, y aún sigan diciendo con voz y mirada infantil “el niño Jesús”...

En ese momento pude ver que estaba juzgando y sintiendo lástima. Entendí que estaba ahí observando no juzgando y que no era nadie para sentir lástima por el prójimo, también tengo mi cuota de ignorancia y en ese momento había aflorado.

Respiré, volví a mi puesto de observadora y seguí escuchando lo que tenían que decir.

Al final sentí que aprendí algo nuevo: Hay mucha inocencia y buenas intenciones en las frases que escuché y en el corazón de las personas.

Si no se ha entendido el motivo de fondo de la celebración, entonces querer dar una alegría a tu familia es algo hermoso, incluso si interviene Papá Noel en lugar de los Reyes Magos. Querer recordar el nacimiento del niño Jesús con una Novena está bien. Querer que el niño Jesús esté feliz ¿No hay ternura en ello?

A pesar que, en esta parte de mi propio camino, ya no puedo pensar así de la Navidad, no puedo ni debo juzgar estás acciones ni estos pensamientos porque no me corresponde, y además, en el fondo provienen de buenos sentimientos. Hay que reconocerlo.

Para mí, Cristo nace en el corazón a cualquier edad y el Jesús histórico nos recuerda eso.

Cristo es luz, amor, perdón, conciencia y eso es lo que debe nacer cada día en nuestro interior porque es reconocer que somos a imagen y semejanza de Dios.

Pensar en Dios como cuerpo, defectos y virtudes es creer que Dios es a imagen y semejanza nuestra.

Cristo está en nuestro interior y nace cada vez que nos reconocemos hijos e hijas de Dios. En ese momento ocurre la Navidad, el Nacimiento.

Y esto no es para creer o no creer o llevar a teorías, esto se vive y se experimenta, día a día.

8 comentarios:

Unknown dijo...

que bonito!!! muy lindo post!!

Navidad es el nacimeitno de Dios hecho hombre, no es dar reglaos es dar amor, es dar perdón, es darlo todo desinteresadamente. Dios nos dio a su Hijo para salvarnos, sabiendo lo que sufriría, peor lo hizo por el amor que nos tiene...

Fatima dijo...

Finalmente, el 24,a la hora de la cena y de la repartición de regalos, nos olvidamos de todo el saperoco de la compra y nos dedicamos a pasarla bien en unión de nuestra familia.

Ingrid, que pases una Feliz Navidad.

Luunn@ dijo...

Ingrid querida lo mejor para vos y tu familia en estas Navidades ojale que el espiritu de Jesus inunde los corazones de todos y tengamos un mundo mas sensible y sin guerras.
Y para tu familia que reine la paz, la concordia y la alegria aun en los momentos dificiles
Un gran abrazo de osa
Luunna

jesus ballarta ramos dijo...

tus reflexiones en cuanto a la navidad me parece muy interesante, por que muchas veces no pensamos, mas que en comprar y nos olvidamos el significado de ese dia

Nat dijo...

Hey! Ingrid!
Te admiro! Que te guste todo ese bullicio??? Es impresionante!
Tendré que llegar a un nivel de paz tal como para no dejarme perturbar por todo el caos jejeje
Pero mientras tanto:
Feliz Navidad!!!
=)

Blog de alma dijo...

Son tantas las cosas que se van "instalando" en nosotros sin que apenas seamos conscientes: las tradiciones, los hábitos, las creencias. En definitiva estar atento es lo único que nos libra (al menos unos segundos) de seguir al pié de la letra las "corrientes" que se muevan en cada momento y uno sólo está atento cuando además de observar_se atiende a su corazón
Un gran abrazo para ti

Miguel Pinto dijo...

Es verdad, hay que poner orden en la pea, que si no terminamos como el cuento aquel.

Felicidades, salud y alegría en estas fiestas de renacimiento espiritual y suerte y éxitos en el nuevo año.

Anónimo dijo...

Ingrid, pocas personas se toman el trabajo de analizar conjuntamente con otros un tema tan complicado... definitivamente tienes calidad humana. :)

Yo pienso que a pesar de toda la comercialización, el estrés y las peleas, la Navidad es algo hermoso porque a las 12 de la noche, ya repartido todo, la gente se abraza y se dice que se quiere, e inclusive los menos cariñosos y los que mas les cuesta expresar el amor por sus hermanos a diario, aprovechan esta oportunidad para decir "te quiero". Y eso, en estos dias tan dificiles para el mundo, es un excelente momento.

Saludos hermana, que el amor y la paz estén contigo esta navidad.