A eso de caer y volver a levantarte,
de fracasar y volver a comenzar,
de seguir un camino y tener que torcerlo,
de encontrar el dolor y tener que afrontarlo,
a eso, no le llames adversidad,
llámale SABIDURIA.
A eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente,
de fijarte una meta y tener que seguir otra,
de huir de una prueba y tener que encararla,
de planear un vuelo y tener que recortarlo,
de aspirar y no poder,
de querer y no saber,
de avanzar y no llegar,
a eso, no le llames castigo,
llámale ENSEÑANZA.
A eso de pasar días juntos radiantes,
días felices y días tristes,
días de soledad y días de compañía,
a eso, no le llames rutina,
llámale EXPERIENCIA.
A eso de que tus ojos miren y tus oídos oigan,
y tu cerebro funcione y tus manos trabajen,
y tu alma irradie y tu sensibilidad sienta,
y tu corazón ame,
a eso, no le llames poder humano,
llámale MILAGRO.
Autor: Anónimo.
Imágenes cortesía de las galerías de Corey Wolfe, Daniel B. Holeman y Josephine Wall.
martes, agosto 09, 2005
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7 comentarios:
Las definiciones, por definición, son inexactas, y además dependen del contexto de cada quien.
Llegas a dos o tres puntos de tu vida que transforma un instante en momentos de verdadera satisfacción en cuando se confunden los caracteres más inpensables: milagros, sabidurías, etc., son parte de nuestro inteior...
Saludos, Hiscariotte :)
Gracias por visitar!
Qué tal, Eduardo? :)
Si, creo que en esos momentos son los que se vuelven inolvidables.
Saludos.
A la comunión de todo ello, llámale: "la Magia de la Vida"
...el soplo que nos anima.
Besos!
TOMARE PRESTADO TU ESCRITO ANONIMO...
Hola, paso saludando.
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