sábado, septiembre 03, 2005

Empezar...

Es Viernes… sinónimo de descanso, relajación, diversión… A dónde saldremos? Salinas está lindo.



Realmente me siento renovada después de las vacaciones. Tanto por hacer, re-hacer, considerar, empezar y concluir también.

Siento mi corazón lleno de esperanzas, mi mente con planes claros y mi quehacer en marcha.

Muchas veces una escucha decir: Las cosas se dan si en verdad las deseas.

Falta definir ese “desear”. No es un desear caprichoso ni un mero impulso. Es un desear nacido de la certeza de lo que vendrá. Podríamos llamarle fe pero se quedaría corta la definición popular.

No es la fe ciega, vaporosa, de esperar algo que no nos consta si existe o si llegará a darse. Es una fe sabia nacida del corazón. Sabes lo que debes hacer y cuando. Llámale pálpito, no lo se.

Te dejas guiar por el Espíritu, colaboras

Años atrás, cuando los que habían experimentado esto me lo decían, no les entendía, era algo tan irreal. Era normal que no lo comprendiera porque me hacía falta la verdad encerrada en la experiencia.

No es de CREER, es de SABER.

En estás cosas, solo cuando te consta, entonces lo comprendes.

Por ejemplo, cómo se puede entender la inteligencia nacida del corazón si solo se piensa en vísceras y estructuras? Simplemente queda velada esa enseñanza, no hay visión.

Tengo una buena amiga, española ella, que años atrás me decía que al aceptar al Espíritu en su vida, ésta se había vuelto mágica y concreta. Definiciones, en aquella época, dispares en mi entender.

Me preguntaba si lo divino puede vivirse en lo material. Ella decía que sí se podía.

Una vez la acompañe a unas diligencias. Era increíble ver como lo aparentemente material se rendía y era comandado por lo espiritual. Eran demasiadas las “coincidencias”, sincronicidades, colaboradores imprevistos… tuve que reflexionar ante los hechos.

Si, porque eran hechos concretos. Ella hacía lo que tenía que hacer y al llegar al punto que ya no dependía de ella y podía darse cualquier cosa, se daba lo ideal para su objetivo.

Claro, lo importante era su objetivo. No era cualquier objetivo.

No deja de asombrarme cuando las personas hablan de la divinidad como si estuviera para servirles en lo más simple. Necesito un parqueo, entonces rezo a tal santo(Otro día contaré por qué no concuerdo con el término “Santo”), uso tal símbolo, utilizo tal método que aprendí en la Escuela tal. Igual si quiero el carro tal, el vestido tal, que me llame fulanita(o), aprobar tal examen, etc., etc..

Como si fuésemos seres incapaces de HACER y la divinidad estuviese para hacernos los mandados.

Hay una guía pero la tarea es nuestra y cuando nos excede entonces apelamos a lo trascendente. Somos colaboradores.

Buscar parqueo no creo que este entre lo trascendente. Yo no lo haría. Aunque como dice una amiga: Funciona…. Si, funciona pero… No sería mejor tener una visión más clara de los papeles?

Hay varias formas de vivir y ver la vida. Algunas son verdaderamente sorprendentes.

Este camino es de aprendizaje por eso no hay que anquilosarse en lo conocido.

Hay que saber distinguir, refinar la visión. Eso es esencial.

En estas cortas vacaciones he aprendido que una de las pocas cosas por las que vale la pena esforzarse y ser constante es la COMUNICACIÓN frecuente con tu Ser.

Y volveré a repetir… SIN intermediarios.

1 comentario:

Blog de alma dijo...

Si fluyes el Universo se acompasa con tu Intento...
:*