Estos días he estado mal de salud. Permanecer en cama te da tiempo de ocuparte de tus pensamientos más profundos sin interrupciones.
Descubrí que varios ciclos se han cerrado últimamente. Algunos hace años y no me había dado cuenta.
Hay cosas que nos interesan, las buscamos, preguntamos, tomamos clases o visitamos lugares… nos involucramos, vamos!
Las practicamos por un tiempo, nos llenan, nos sentimos bien, aprendemos, seguimos haciéndolas y un buen día paaafff! Dejan de tener “alma”, se vuelven acciones sin vida… así lo sentimos pero nuestra mente (mucho más lenta que el Espíritu) aún no lo capta, así que la volvemos una costumbre.
Hacemos esto por… porque recordamos lo bien que nos hacía sentir… recordamos, es decir, ya no es lo mismo. Pasó a ser rutina, ya no nos hace crecer.
Pasa a veces mucho tiempo hasta que descubrimos que aquello terminó, que ese ciclo se cerró. He cerrado varios ciclos entre esos, el que voy a contar.
El 22 de Julio, mientras escuchaba un discurso inaugural de un evento en el cual participé me di cuenta que ese ciclo se había cerrado hace 2 años.
Mientras veía a todos muy deseosos de ser captados por las cámaras de televisión o ser entrevistados por los periodistas o figurar de una u otra manera. Ser el centro de atención como siempre en esta clase de eventos… mientras los veía moverse como zombies tras esos objetivos, entendí que si antes detestaba eso, ahora no.
Antes tenía un sentimiento negativo ante esas reacciones de las personas en eventos públicos, buscaba ocuparme de otras cosas para no verlos porque me parecía indigna la forma en que perdían la compostura por algo así, tan efímero. Era como en las películas cuando lanzan billetes y todos se pelean por agarrarlos. Con la diferencia que no hay billetes solo unos fugaces segundos de televisión o una reseña en tal diario.
Me sentí muy contenta en mi interior al darme cuenta que estaba fuera de ese mundo. Que, si bien aquello era de vital importancia para los que estaban allí, no lo era para mí. Ya no sentía malestar de ver esas escenas, simplemente estaba presente sin involucrarme.
A lo largo de estos años he comprendido que no vale la pena gastar energías en eso. Recuerdo hace años cuando recién empecé a exponer, que me enseñaron que parte del “juego” era mostrar tu trabajo a la gente “importante”… pues bien, yo decidí mostrárselo a todos y oh! Sorpresa! El criterio de la gente “importante” (a excepción de uno o dos) era si aquello era “bonito” o no. Si, bonito o colorido o si combinaba con cualquier ambiente…
Muy pocos hablaban de arte realmente. Los críticos solo hablaban de arte de los años 70´s y mucha literatura de izquierda, porque según les escuché decir: el arte rebelde u original solo es creado por gente de izquierda.
Inmaginarán mi decepción…
Ni la derecha ni la izquierda tiene que ver pero… tu trabajo valía más si conversabas del Che Guevara, Fidel, el viaje a Rusia o Cuba o Silvio Rodríguez o del otro lado, de Monet, París, Versace, los maravillosos cuadros del Waldorf Astoria (como si fuera un museo) y los relatos de los viajes a Europa donde los héroes eran ellos.
Los artistas (no críticos de arte) en su mayoría no han investigado (y eso que ahora esta el Internet, no es excusa que no has viajado) las nuevas tendencias, los descubrimientos recientes sobre arte clásico, cuál es el concepto de una instalación… solo repiten lo que algún profesor les dijo. Tener una conversación que no cayera en debate visceral era sumamente difícil.
Al final solo había una o dos personas que se interesaban por conocer qué querías expresar, tus inspiraciones, tus objetivos y producto de esas preguntas terminar hablando del rumbo del arte y compartiendo ideas u opiniones.
Ahora, sobre las últimas tendencias artísticas solo encontré a una persona que, al hablarle del arte visionario no me dijo: aaah! De Chirico, verdad?
Por lo menos esa persona sabía de Alex Grey. Pero de Holeman, Amaringo, Monserrat, Xul Solar entre otros, nadie se había molestado en averiguar. Por eso es que, en las exposiciones se ven copias de estos y otros artistas y he visto “críticos/expertos” (nacionales y extranjeros) que hasta han premiado estos trabajos!
Se que es el mes de Guayaquil pero el Salón de Julio… bueno que les puedo decir, el Salón de Julio es una muestra de lo que estoy diciendo. Vayan a verlo, pero antes busquen en Internet Arte moderno, Andy Warhol, nuevo arte… y luego miren las obras que se exponen en el Salón y me dicen que les pareció. Y eso que el jurado fue internacional.
Pero bueno, de todas maneras soy optimista y espero que los pequeños grupos de nuevos artistas se interesen por aprender. Un artista que no se informa, que no lee, que no se interesa por ir más allá de lo que el profesor o el compañero que viajó le ha contado, un artista así necesita completarse.
Y esto no debe hacerlo para demostrar nada a los demás sino para sentirse bien él o ella. La inspiración proviene del interior pero la información es necesaria para poder explicar esa inspiración. Ambas cosas deben ir de la mano.
En eso estoy...
sábado, julio 30, 2005
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4 comentarios:
Que bueno que el arte, especialmente el que busca el progreso espiritual del hombre, te guste y te haga feliz. un abrazo
Sigo sin entender que tiene de artístico el cuadro casi infantil de Bolívar y San Martín dándose la manito, que ganó en el Salón de Octubre. Mi hijo a los 9 años podría hacer algo mejor.
Estuve viendo las obras del Salón de Julio, y definitivamente el arte conceptual no es mi fuerte; me parece divertido, pero no me agrada mucho la idea de que se necesite tanta información adicional para disfrutar una obra, como por ejemplo el cuadro ganador al que se refiere Fátima. Es más, una de las obras (un cuadro de puros numeritos chiquitos con un fondo marrón) tenía una hoja a un lado: nunca leí la hoja, asumí -a riesgo de equivocarme- de que ahí se explicaba el sentido del cuadro, pero ese no es el chiste: el cuadro debería ser entendido por cualquiera sin la necesidad de una hojita explicativa.
Pero bueno, mi opinión es la de un mero observador sin mayor conocimiento de historia del arte, así que espero no se me tome demasiado en serio.
Hola, Ludovico. Pues a veces hay que escarbar para hallar buen arte, así es.
Fátima e Hiscariotte, justamente por eso decía que el Salón de Julio es, lamentablemente y recalcó esto muy a mi pesar, un ejemplo de conceptos mal enseñados, por lo tanto mal captados y algunos copiados( sobre esto, vi dos o 3 menciones de honor que dejan muchas dudas). Ahora, supongamos que justifiquemos a los artistas pero, el jurado? Está bien que deje pasar esas obras entre las 18 escogidas, de más de 200?
Supuestamente había un mexicano, un chileno y un colombiano entre los integrantes del jurado. O sea!
Yo creo que mientras existan compadrazgos y ñañerías estos jurados no serán confiables cuando se trate de dar premios a quienes realmente lo merecen.
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